miércoles, 22 de agosto de 2012

»Capitulo 4: This isn’t right.



-Heather’s POV-

Luego de que Danny se había ido, me hizo sentir terriblemente mal. O sea, él se había tomado la molestia de planear algo para pasar una noche agradable y cuando vino yo estaba con Colin. Me apenó bastante verlo parado en mi puerta con los dulces y las películas. Lo conocía a Dan, creo que en ese momento se quedo vacío, sin saber que decir. La presencia de Colin lo intimidó, lo invadió. Tenía que remediar las cosas, odio estar mal con él. Puede ser que me enoje con él pero a los cinco minutos le estoy pidiendo disculpas. No sirvo para pelearme.
A penas se fue Colin lo llamé. Era la 1 a.m, no me importaba el horario. Esperé ansiosa a que me atendiera.
—¿Aló? —oí su voz.
—Danny, soy yo, Heather. ¿Estabas durmiendo?
—Ah, hola. No, estaba viendo unas fotos.
—¿Quieres venir?
—Claro, ya voy para allá.
—Trae todo lo que trajiste, ¿de acuerdo?
—Sí, sí. Nos vemos —cortó.
Ordené un poco la casa esperando a que él llegara. Estaba regresando de mi habitación con unas mantas cuando escuché el timbre. Las dejé sobre el sillón y corrí hacía la puerta. Abrí y me precipité sobre él, abrazándolo.
—Lo siento, Daniel, lo siento —musité.
—¿Por qué? No has hecho nada —me dijo.
—Me enojé contigo… Sabes que no sirvo para eso —me separé de él.
—En ese caso yo lo siento, puedo ser algo sobre-protector a veces.
—Me demostraste que te importo.
—Así es. Y mucho, no te imaginas —besó mi mejilla.
—Ven pasa.
Danny entró y nuestra noche empezó. Primero vimos “Buscando a Nemo”, parecíamos dos niños diciendo todos los diálogos de la película. Nos comimos la mayoría de los dulces que trajo, no quedaba casi nada para la segunda película. Luego de Nemo, siguió “El Diario de la Princesa”.  Transcurría la película, y yo, particularmente, le prestaba atención a la relación de la chica y el hermano de su mejor amiga. Me hizo sentir algo rara, sin saber porque. Eran las 5 a.m cuando la película terminó. Era más que obvio que Danny se iba a quedar a dormir. Un extraño impulso surgió en mí. Comencé a mirarlo de una forma… Que no puedo explicar. Notaba que él también me miraba de la misma manera. Ninguno de los dos decía nada. Empezó a acercarse lentamente hacía a mi. Cerré los ojos, y rozó sus labios con los míos. Los apretamos y comenzó a besarme. Estaba mal, yo estaba con alguien, pero en ese momento no me importaba nada, es como si solo nosotros existiéramos. De a poco, el beso se iba intensificando. Danny se fue recostando sobre mí con delicadeza. Metió la mano por debajo de mi blusa y acariciaba mi cadera. Estuvimos así durante unos largos minutos hasta que él interrumpió.
—Deberíamos ir a descansar, es tarde —dijo con la respiración algo agitada.
—Es cierto —Danny se levantó y yo me paré. Le dije que había unas mantas ahí, me pidió una almohada y se la alcancé.
—Que descanses —besé su mejilla.
—Lo siento —me susurró al oído.
Me entumecí el labio y lo observé unos segundos. Fui a mi habitación. Me quedé descalza y me tumbé sobre la cama. Me acobijé. Comencé a llorar. Era por el beso, seguro. Había engañado a Colin, pero a la vez me quedé mal ya que ni Danny, ni yo dijimos nada. Nosotros éramos buenos para pretender que ese tipo de cosas no sucedieron. 

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