martes, 21 de agosto de 2012

»Capitulo 2: Dislike.



-Danny’s POV-

El olor a pan tostado inundaba mi pequeña cocina. Dí un pequeño salto al oír el sonido de la tostadora, no se porque, pero siempre me asustaba. Saqué los panes y me quemé los dedos.
— ¡Ouch! —me quejé.
—Dan, siempre haces lo mismo. —río Heather.
—Bueno, ¿cómo quieres que lo saque?
—No es eso, es que en vez de tirarlos rápidamente al plato, los sostienes como cinco minutos.
—No seas exagerada.
—Esa es mi esencia. Ser exagerada es lo que mejor se hacer. —asintió.
—Estas loca. —negué con una sonrisa.
—Como tú digas, volvamos a lo importante, como te decía…
Otra vez. Hacía media hora que Heather me estaba torturando. No podía soportarlo. Hacía media hora que ella me estaba contando acerca de ese chico que le gusta. Sentía que lo hacía al propósito. No me interesaba saber quien era, que hacía ese tipo. Ni siquiera lo conozco, y no me agrada. ¿Es eso posible? Yo creo que sí. Decidí concentrarme de lleno en el desayuno, era estúpido. Pero antes que escuchar a Heather hablar de otro, prefiero hablar con la anciana aburrida de mi vecina, aprender a tejer o incluso mirar las películas de Barbie. Más que nada era para evitar que mi corazón no se rompa en mil pedazos. No me gustaba la idea de que Heather este con otro.
El desayuno estaba listo, así que ambos nos sentamos a desayunar. Ella seguía hablando y yo lo único que hacía era asentir, era como si tuviera un mono con platillos en mi mente. Sacudí la cabeza para volver a la realidad. Lamentablemente tuve que escuchar algo que me movilizó.
—… Se acaba de divorciar. — ¿qué rayos había dicho? ¿Estaba saliendo con un viejo?
—¿Cuántos años tiene? —por favor que no diga “¡Pero si ya te lo dije! ¿Acaso no me has prestado atención?”.
—Ah… Emm… El tiene veintinueve años. —bajó la mirada y se mordió el labio.
—¡¿Qué?! —mi cara se transformó.
—Ay, Danny, no tiene nada de malo.
—Si tiene, tiene siete años más que tú.
—Repito, no tiene nada de malo.
—Repito, ¡si tiene! Ese tipo tiene otras cosas en la cabeza. ¡Estuvo casado! Apuesto que debe tener millones de conflictos con su ex. Mira, si te dice que tiene un hijo pequeño no me sorprendería. Y si lo tiene, la tipa le debe hacer millones de escándalos porque seguro debe ser un vago que no le pasa dinero para alimentar a la pobre criatura.
—Por Dios, no sabes lo que dices. Pareciera que no escuchaste ninguna palabra de lo que dicho. Cuando lo conozcas, verás que te agradará, verás que no es así
—Me rehúso. No me interesa conocerlo. No me agradan ese tipo de personas.
—A ver… ¿qué tipo de personas? —preguntó enojada.
—Esas que se aprovechan de chicas jóvenes como tu para que vuelvan a sentirse de esa manera otra vez. Son estúpidos. —dije enfadado.
—No sabes cuando me duele que digas eso, lo peor es que eres mi mejor amigo, se supone que me tienes que apoyar. Me sorprende de ti. —se levantó y fue corriendo hacía la sala. Yo la seguí. Ella tomó su chaqueta y caminó hasta la puerta, furiosa.
—Debes saber que no todo me tiene que agradar.
—¿Sabes algo? No quiero discutir más, me voy. —abrió la puerta y se fue, cruzada de brazos, dando pasos apresurados.
¡Bien, Daniel! La has cagado. Nunca me había peleado con ella así. 

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