miércoles, 22 de agosto de 2012

»Capitulo 6: The Birthday Party.



-Heather's POV-

Llegué a la casa de Danny, toqué el timbre y esperé unos segundos hasta que él me abrió. 
—¡Feliz cumpleaños! —me precipité sobre Dan dándole un gran abrazo.
—¡Hey!... Gracias, gracias —me despegué de él y me dedicó esa sonrisa que lo caracterizaba.
—¿Estas listo?
—Si... ¿A donde iremos a cenar? 
—Ya verás, no seas desesperado.
Caminamos hasta mi auto, nos subimos y nos empezamos a dirigir hacía la casa de Tom donde sería la fiesta sorpresa. 
—Ah, Dan, primero pasaremos por lo de Tom. Accidentalmente me quede con sus llaves —comenté en el camino. 
Arribamos en casa de Tom, y le mande un mensaje para avisarle que estábamos en la puerta.     Estaba todo a oscuras, solo estaban prendidas las dos luces de la entrada. Nos bajamos del auto y dimos un par de pasos. 
—No hay nadie... O tal vez, Giovanna y Tom estaran haciendo sus cosas, ya sabes —comentó Danny.
—No sé, pero las dejaré adentro. No me gusta dejar llaves atrás de alguna maceta o bajo el tapete, me parece inseguro —era increíble la confianza con la que hablaba, siempre era mala para mentir en este tipo de cosas. 
Entramos en la casa, intencionalmente lleve a Danny hacía la sala. Apoyé las llaves sobre un mueble y en eso, las luces se prenden y se que escucha un "¡Sorpresa!". Sonreí y volteé para ver la expresión de Dan. 
—¡Gracias! -exclamó. —Realmente no me lo esperaba. 
Le dí un gran abrazo acompañado de un beso en la mejilla, luego vinieron los demás a saludarlo. 
La noche transcurría de manera agradable y divertida, estábamos pasando un gran momento. Reíamos, bailábamos... Y todas esas cosas que se hacen en una fiesta. Antes de las doce, trajimos el pastel y cantamos el feliz cumpleaños. Luego, cuando todo volvió al clima inicial, me acerqué a Danny para mostrarle mi regalo. Lo lleve hasta el estudio de Tom, y antes de entrar hice que se tapara los ojos. Llevé la guitarra cerca de él, estaba cubierta por una manta de color azul. 
—Puedes destaparte los ojos... —dije con una sonrisa. Danny alejó sus manos de su rostro y yo saqué la manta, y ahí vio la guitarra que él tanto deseaba. 
—Wow... No puedo creerlo. —se notaba que estaba verdaderamente sorprendido. —Gracias, gracias, gracias —decía con una sonrisa y luego me abrazo fuertemente.
—Eres mi mejor amigo, te lo mereces. —me separé de él. 
—Eres increíble... Te quiero mucho, Heather.
—Y yo a tí. —volví a abrazarlo.
Regresamos con los demás. Danny parecía un niño hablando de su nueva guitarra, yo lo miraba con una gran sonrisa, me alegré mucho al ver su reacción con respecto a su regalo. 
Mi celular sonó, había recibido un mensaje de Colin. "En un rato estoy por ahí", decía. No respondí... Comencé a ponerme algo nerviosa, no le dije nada a Dan. A él no le agrada Colin, y verlo en su fiesta de cumpleaños. Pero era tarde, en cualquier momento el vendría. Fui hacía Danny para hablar con él.
—Dan... ¿Podemos hablar un segundo? —dije algo temerosa.
—Seguro.
Nos volvimos a alejar de la fiesta y, esta vez, nos dirigimos hacía al pasillo. 
—¿Estas bien? Te notó algo extraña.
—No... La cosa es que Colin vendrá a la fiesta por un rato. Quise decírtelo antes, pero no encontraba la ocasión —hice una mueca y hubo un silencio que duró solo unos segundos.
—Esta bien... No pasa nada —sonrió.
—¿Seguro?
—Sí, sí... -asintió.
—Gracias —sonreí. 
Al cabo de un rato, el timbre sonó. Era Colin. Lo saludé con un beso y luego lo lleve a dentro para presentarlo a los demás. Todos fueron muy agradables con él, bueno todos no, Danny se comportaba un tanto "seco", no hablaba tanto. Me sentí un poco mal... Pero el dijo que no le molestaba. La verdad es que a veces no lo entiendo a Dan. 
Y de esta manera la fiesta acabo, yo la pase muy bien y espero que él también.



»Capitulo 5: Happy Birthday.




-Heather's POV-

Los días pasaron como si nada, lo cual me tranquilizaba un poco. Y sí, las cosas siguieron como suelen ser.  Era un solo beso… ¿O no?
El cumpleaños número veinticinco de Danny se acercaba, y este año yo quería prepararle algo antes de que se vaya de gira con los demás. Eso si, sería una fiesta sorpresa. Tenía una semana para preparar todo, así que puse mi plan en marcha. Tom ofreció su casa para hacer la fiesta, me quitó un peso de encima. Primero, llamé a todos familiares, amigos y conocidos de Danny. Segundo, compre toda la comida y decoración. Por último, debía comprar un regalo. Un día anterior al cumpleaños, pase toda la tarde recorriendo todo Londres en busca del regalo perfecto. Y lo encontré… En una tienda de música. Le compré una guitarra, la que a él le gustaba. Hace como dos meses, la habíamos visto en un catálogo y dijo: “me enamoré”. Intentó conseguirla, pero era difícil. Era una Gibson SG de color hueso y detalles en blanco y dorado. Salí de la tienda y llamé a Tom para preguntarle si Danny estaba allí, para mi fortuna no estaba, entonces fui a dejar el regalo allí.
Unas horas antes de la fiesta, todos estabamos haciendo algo. Gio y Tom estaban preparando la comida, Harry salió con Danny para distraerlo, y Dougie y yo estabamos adornando todo a nuestro paso.
—¿Has invitado a tu novio a la fiesta? —me preguntó Doug mientras colgábamos el cartel que decía “Feliz Cumpleaños Danny”.
—Claro que no. —Respondí —Me parece algo malo ya que él y yo no estamos de novios desde hace mucho, no tenemos esa confianza.
—Deberías haberlo hecho… Yo invité a Wendy. —Wendy era la chica con la cual Doug estaba saliendo.
—Sí, pero nosotros ya la conocemos, ha venido dos veces a nuestras reuniones.
—Pero en algún momento debemos conocerlo… ¿No crees?
—Tienes razón… —me quede pensativa.
—¡Avísale que venga, mujer! No hace falta que venga puntual, le puedes decir que venga más tarde. —terminamos de colgar el cartel.
—De acuerdo, de todos modos el va a salir con sus amigos. Pero le avisaré.
Saqué mi celular y le envíe un mensaje. El aceptó, le mande la dirección para que la tenga. Todo estaba listo. Así que fui a mi casa para darme un baño y cambiarme, luego iría a buscar a Danny con la excusa de que iríamos a cenar. 

»Capitulo 4: This isn’t right.



-Heather’s POV-

Luego de que Danny se había ido, me hizo sentir terriblemente mal. O sea, él se había tomado la molestia de planear algo para pasar una noche agradable y cuando vino yo estaba con Colin. Me apenó bastante verlo parado en mi puerta con los dulces y las películas. Lo conocía a Dan, creo que en ese momento se quedo vacío, sin saber que decir. La presencia de Colin lo intimidó, lo invadió. Tenía que remediar las cosas, odio estar mal con él. Puede ser que me enoje con él pero a los cinco minutos le estoy pidiendo disculpas. No sirvo para pelearme.
A penas se fue Colin lo llamé. Era la 1 a.m, no me importaba el horario. Esperé ansiosa a que me atendiera.
—¿Aló? —oí su voz.
—Danny, soy yo, Heather. ¿Estabas durmiendo?
—Ah, hola. No, estaba viendo unas fotos.
—¿Quieres venir?
—Claro, ya voy para allá.
—Trae todo lo que trajiste, ¿de acuerdo?
—Sí, sí. Nos vemos —cortó.
Ordené un poco la casa esperando a que él llegara. Estaba regresando de mi habitación con unas mantas cuando escuché el timbre. Las dejé sobre el sillón y corrí hacía la puerta. Abrí y me precipité sobre él, abrazándolo.
—Lo siento, Daniel, lo siento —musité.
—¿Por qué? No has hecho nada —me dijo.
—Me enojé contigo… Sabes que no sirvo para eso —me separé de él.
—En ese caso yo lo siento, puedo ser algo sobre-protector a veces.
—Me demostraste que te importo.
—Así es. Y mucho, no te imaginas —besó mi mejilla.
—Ven pasa.
Danny entró y nuestra noche empezó. Primero vimos “Buscando a Nemo”, parecíamos dos niños diciendo todos los diálogos de la película. Nos comimos la mayoría de los dulces que trajo, no quedaba casi nada para la segunda película. Luego de Nemo, siguió “El Diario de la Princesa”.  Transcurría la película, y yo, particularmente, le prestaba atención a la relación de la chica y el hermano de su mejor amiga. Me hizo sentir algo rara, sin saber porque. Eran las 5 a.m cuando la película terminó. Era más que obvio que Danny se iba a quedar a dormir. Un extraño impulso surgió en mí. Comencé a mirarlo de una forma… Que no puedo explicar. Notaba que él también me miraba de la misma manera. Ninguno de los dos decía nada. Empezó a acercarse lentamente hacía a mi. Cerré los ojos, y rozó sus labios con los míos. Los apretamos y comenzó a besarme. Estaba mal, yo estaba con alguien, pero en ese momento no me importaba nada, es como si solo nosotros existiéramos. De a poco, el beso se iba intensificando. Danny se fue recostando sobre mí con delicadeza. Metió la mano por debajo de mi blusa y acariciaba mi cadera. Estuvimos así durante unos largos minutos hasta que él interrumpió.
—Deberíamos ir a descansar, es tarde —dijo con la respiración algo agitada.
—Es cierto —Danny se levantó y yo me paré. Le dije que había unas mantas ahí, me pidió una almohada y se la alcancé.
—Que descanses —besé su mejilla.
—Lo siento —me susurró al oído.
Me entumecí el labio y lo observé unos segundos. Fui a mi habitación. Me quedé descalza y me tumbé sobre la cama. Me acobijé. Comencé a llorar. Era por el beso, seguro. Había engañado a Colin, pero a la vez me quedé mal ya que ni Danny, ni yo dijimos nada. Nosotros éramos buenos para pretender que ese tipo de cosas no sucedieron. 

martes, 21 de agosto de 2012

»Capitulo 3: Jealousy.




-Danny’s POV-

Luego de la “discusión” con Heather, me encontré con Dougie y Harry para ir a tomar un café. Fui con ellos, porque sabía que podía contar con su ayuda, aunque sea escuchándome. Faltaba Tom, pero él estaba ocupado planeando con Giovanna la fiesta de compromiso.
—No puedo ser tan idiota —dije mientras me refregaba los ojos en señal de frustración.
—¿La llamaste? —preguntó Dougie.
—Sí, pero no contesta. Le dejé veinte mensajes —suspiré.
—Parece que esta muy enojada —afirmó Dougie.
—¿Enserio? —dijo Harry en un tono sarcástico.  
—Lo que pasa es esa chica a veces es demasiado terca. Me duele decirlo, pero es así —bebí un sorbo de mi latte. —Se enojó porque le dije la verdad.
—Es increíble que salga con un tipo siete años mayor que ella… —Harry movía su cabeza negando.
—Sin ofender, pero eso es lo de menos.  —Doug hizo una mueca. —Es divorciado, eso es lo peor.
—Sin duda. —agregué.
—¡Tengo una idea! Compra muchas golosinas, como a ella le gusta, renta una película y ve a su casa. Creo que será difícil evadirte. —Harry sugirió con una sonrisa.
—¡Gran idea! —exclamé. —Bueno chicos, es hora de que me vaya. Gracias por el café, por la charla y la idea. Nos vemos. —tomé mi campera y salí del café.
Pasé por una dulcería y compré todo lo que se me cruzaba, caramelos, M&M’s, chocolates, gomitas de todas las formas y unos bombones. Pagué y fui desesperadamente al video club. Renté “el diario de la princesa”, su película favorita. Admito que después de verla tantas veces, ya me agradaba. También me llevé “buscando a nemo”, esa era la preferida de los dos. Las aboné y me dirigí a toda prisa hacía su casa, cualquiera que me conociera pensaría que estaba desesperado. Era cierto, la causa era que la chica me tenía loco. Estacioné el auto enfrente, agarré las cosas que había comprado y me bajé. Caminé un par de pasos hasta la entrada y toqué el timbre. Estaba a punto de estallar, me movía de una manera impaciente, esperando a que ella me abra. Observaba las casas vecinas cuando oí que la puerta se abrió. Dí medía vuelta y me encontré con algo que no me esperaba. Me quedé como si hubiese visto a un fantasma.
—¿Tu eres? —ni siquiera dije “hola”.
—Soy Colin, el novio de  Heather. —respondió el tipo.
Fue como si me clavaran un puñal en el corazón. Hacía dos segundos que lo conocía y su presencia ya me abrumaba. Era media cabeza más alto que yo, musculoso, tenía el cabello castaño claro y corto, labios un tanto carnosos, ojos de color verde raro y la barba un poco descuidada.
—¿Quién es? —dijo una voz femenina… Era la voz de Heather.
—Danny —indiqué.
—Ah… Eres tú. —manifestó algo despreciable. —Dan él es Colin, mi novio. Colin, el es Daniel, mi mejor amigo. —nos presentó.
—Danny. —repetí como corrigiéndola. Estreché su mano para demostrarle que no era maleducado.
—Un gusto, Heather me habló bastante ti. —esbozó una sonrisa.
—Heather, ¿podemos hablar? —pregunté.
—Estoy ocupada.
—Los dejaré a hablar… —Colin regresó adentro.
—¿Escuchaste los mensajes? — interrogué apenado.
—Sí… —se rascó la cabeza.
—Lo siento, me comporté como un tonto.
—Demasiado…  Te odie tanto por un momento. Eres mi mejor amigo, se supone que debes apoyarme.
—Soy tu mejor amigo, quiero que estés bien, quiero protegerte. No quiero que te lastimen.
—Soy grande, puede cuidarme sola.
—Lo sé… Pero, por favor, entiende mi enojo. Eres como mi hermana menor. —“¡mentiroso, mentiroso! fueron puros celos. te enojaste porque otro esta con ella”. —Ponte en mi lugar un momento, ¿no harías lo mismo? —se quedó en silencio.
—Supongo que sí. —bajó la mirada.
—¿Dejamos el enojo atrás?
—Claro. —sonrió esa hermosa sonrisa.
—Había comprado dulces y rentado dos películas, pero veo que estas compañía, así que mejor me iré y dejamos esto para otro momento. —estaba realmente apenado.
—Oh, Danny. Me gustaría decir que ya se va, pero acaba de llegar. Mañana sin falta, ¿sí? Lo prometo.
—De acuerdo, más vale que estés libre. Adiós, te quiero mucho. —besé su mejilla y me marché.
Tenía una bronca. Desde ese momento supe que este idiota iba a arruinar todo.  

»Capitulo 2: Dislike.



-Danny’s POV-

El olor a pan tostado inundaba mi pequeña cocina. Dí un pequeño salto al oír el sonido de la tostadora, no se porque, pero siempre me asustaba. Saqué los panes y me quemé los dedos.
— ¡Ouch! —me quejé.
—Dan, siempre haces lo mismo. —río Heather.
—Bueno, ¿cómo quieres que lo saque?
—No es eso, es que en vez de tirarlos rápidamente al plato, los sostienes como cinco minutos.
—No seas exagerada.
—Esa es mi esencia. Ser exagerada es lo que mejor se hacer. —asintió.
—Estas loca. —negué con una sonrisa.
—Como tú digas, volvamos a lo importante, como te decía…
Otra vez. Hacía media hora que Heather me estaba torturando. No podía soportarlo. Hacía media hora que ella me estaba contando acerca de ese chico que le gusta. Sentía que lo hacía al propósito. No me interesaba saber quien era, que hacía ese tipo. Ni siquiera lo conozco, y no me agrada. ¿Es eso posible? Yo creo que sí. Decidí concentrarme de lleno en el desayuno, era estúpido. Pero antes que escuchar a Heather hablar de otro, prefiero hablar con la anciana aburrida de mi vecina, aprender a tejer o incluso mirar las películas de Barbie. Más que nada era para evitar que mi corazón no se rompa en mil pedazos. No me gustaba la idea de que Heather este con otro.
El desayuno estaba listo, así que ambos nos sentamos a desayunar. Ella seguía hablando y yo lo único que hacía era asentir, era como si tuviera un mono con platillos en mi mente. Sacudí la cabeza para volver a la realidad. Lamentablemente tuve que escuchar algo que me movilizó.
—… Se acaba de divorciar. — ¿qué rayos había dicho? ¿Estaba saliendo con un viejo?
—¿Cuántos años tiene? —por favor que no diga “¡Pero si ya te lo dije! ¿Acaso no me has prestado atención?”.
—Ah… Emm… El tiene veintinueve años. —bajó la mirada y se mordió el labio.
—¡¿Qué?! —mi cara se transformó.
—Ay, Danny, no tiene nada de malo.
—Si tiene, tiene siete años más que tú.
—Repito, no tiene nada de malo.
—Repito, ¡si tiene! Ese tipo tiene otras cosas en la cabeza. ¡Estuvo casado! Apuesto que debe tener millones de conflictos con su ex. Mira, si te dice que tiene un hijo pequeño no me sorprendería. Y si lo tiene, la tipa le debe hacer millones de escándalos porque seguro debe ser un vago que no le pasa dinero para alimentar a la pobre criatura.
—Por Dios, no sabes lo que dices. Pareciera que no escuchaste ninguna palabra de lo que dicho. Cuando lo conozcas, verás que te agradará, verás que no es así
—Me rehúso. No me interesa conocerlo. No me agradan ese tipo de personas.
—A ver… ¿qué tipo de personas? —preguntó enojada.
—Esas que se aprovechan de chicas jóvenes como tu para que vuelvan a sentirse de esa manera otra vez. Son estúpidos. —dije enfadado.
—No sabes cuando me duele que digas eso, lo peor es que eres mi mejor amigo, se supone que me tienes que apoyar. Me sorprende de ti. —se levantó y fue corriendo hacía la sala. Yo la seguí. Ella tomó su chaqueta y caminó hasta la puerta, furiosa.
—Debes saber que no todo me tiene que agradar.
—¿Sabes algo? No quiero discutir más, me voy. —abrió la puerta y se fue, cruzada de brazos, dando pasos apresurados.
¡Bien, Daniel! La has cagado. Nunca me había peleado con ella así. 

»Capitulo 1: Nice to Meet You.




-Danny’s POV-

¿Alguna vez se han enamorado? Bueno, creo que es una pregunta demasiado tonta, todos caemos en la trampa del amor alguna vez en la vida. Para ser más específico… ¿Alguna vez tuvieron que ocultar sus sentimientos por miedo a arruinar una relación? Digamos que yo sí. ¿Les doy un consejo? No lo hagan, las cosas se pueden poner complicadas. Por eso, saquen lo que tienen adentro, anímense.
La cosa empezó hace algunos años, cuando recién formábamos la banda, yo tenía diecisiete años. Ese día íbamos a inaugurar nuestra casa nueva y, además, le daríamos la bienvenida Dougie. Al mediodía, dimos una pequeña reunión para nuestras familias, y para la noche, organizamos una fiesta. Estábamos en el patio charlando con Dougie y Harry cuando Tom se aparece con alguien. Yo no le presté atención, estaba en otra.
—Hey, chicos. Les quiero presentar a alguien muy especial. —nos dijo. —Ella es mi prima, Heather.
—Hola. —dijo una voz dulce. Levanté la mirada para no ser descortés y en ese momento fue como si el mundo se detuviera… Estaba en presencia de la chica más hermosa que he visto en mi vida.
—Ellos son Dougie, Harry y Danny. —Tom nos señaló a cada uno para que ella sepa quien era quien. Deje que Doug y Harry la saludaran primero, no quería parece algo “precipitado”.
La chica se quedó con nosotros. Al principio tuvimos un silencio incomodo, que afortunadamente duró unos segundos, pero después ella se soltó y comenzamos a tener una conversación bastante animada. Hablábamos sobre cosas básicas… Ya saben, esas cosas típicas que hablan las personas entre sí cuando se conocen. Gracias a eso me enteré de que ella tenía quince años, que vivía en Bristol y que todavía estaba en la secundaria. Luego platicamos sobre gustos y demás.
Al caer la tarde, nuestros familiares se fueron. Para mi fortuna, Heather se quedó con nosotros. Nos costó un poco que la dejaran quedarse, pero lo logramos. Limpiamos la casa en cuestión de minutos y comenzamos a preparar las cosas para la fiesta. Teníamos que comprar bebidas y comida, así que me encargaron esa tarea a mí. Heather me ofreció su ayuda, sin dudarlo, acepté. Salimos de la casa para ir hacer las compras. En el camino, mientras charlábamos, me dí cuenta de que estábamos entrando en confianza, a pesar de que nos habíamos conocido hace un par de horas. Pero ella es así, apenas la conoces, sabes que has encontrado una persona de confianza, una gran amiga. Compramos lo necesario y regresamos a la casa. Ordenamos todo lo que habíamos conseguido en mesas, que habíamos colocado en unos rincones.
—Esto es para tu tomes, —dije mientras apoyaba una botella de Pepsi en la mesa, — estas loca si piensas que te dejaré beber alcohol. —le señalé.
—Te haré caso, me portaré bien. —me dedicó una sonrisa.
La noche avanzó, y yo seguía acercándome más a ella. Presentía que íbamos a ser los mejores amigos, lo cual acerté. Bailamos, cantamos, hicimos estupideces, nos reímos… Fue una gran noche. Al terminar la fiesta, limpiamos todo así nomás, estabamos muy cansados. Inmediatamente le ofrecí mi habitación para que ella duerma, yo dormiría en el sofá. La acompañe hasta mi cuarto, le desarmé la cama para que ella se acostará, cerré las cortinas y prendí el ventilador, ya que el clima estaba algo pesado.
—¿Necesitas algo más? —pregunté.
—No, gracias. —me sonrió por millonésima vez.
Otra vez estabamos enfrente de ese silencio incomodo, pero esta vez era distinto. Mi mirada estaba enfocada sobre la suya. Dí un paso, quedamos cara a cara. Cerré los ojos. Apenas me moví para acercarme a su rostro. Junté mis labios con los de ella y la besé. Se aferró a mi, abrazándome por derriba de los hombros, yo me sujete a su cintura. Nos besamos durante un minuto y medio, casi dos. Me separé de ella y volvimos a mirarlos, le dediqué una sonrisa y luego besé su frente.
—Que descanses bien. —le dije. Di media vuelta y salí.
Lamentablemente ese beso fue como la nada misma, o sea que no cambio nada. Nuestra relación creció a lo largo de este tiempo, es mi mejor amiga. He salido con otras chicas, pero yo siempre estuve enamorado de Heather. El problema es que no me ánimo a decirselo, y creo que jamás podré, menos que menos ahora.